Al menos 138 personas han sido asesinadas desde el 1 de febrero en protestas contra el golpe de Estado en Birmania, informó este lunes 15 de marzo la ONU, que condenó la violenta represión contra manifestantes pacíficos, entre ellos mujeres y niños.
“Al menos 138 manifestantes pacíficos, incluidos mujeres y niños, han muerto en actos violentos desde el 1 de febrero”, dijo el Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
“El secretario general condena enérgicamente la continua violencia contra los manifestantes pacíficos y la continua violación de los derechos humanos más básicos del pueblo birmano”, agregó.
El jefe de la ONU, António Guterres, se declaró “horrorizado” por la represión violenta de las protestas que está ejecutando el Ejército birmano y llamó a la comunidad internacional a actuar para detenerla.
“Los asesinatos de manifestantes, los arrestos arbitrarios y las informaciones de tortura de prisioneros violan derechos humanos fundamentales y desafían claramente los llamamientos del Consejo de Seguridad a la moderación, el diálogo y el retorno a la vía democrática en Birmania”, indicó Guterres a través de su portavoz.
Extienden la ley marcial
Tras la jornada más sangrienta de la presión policial en Birmania (Myanmar), el Ejército prolongó las fechas de la ley marcial y aumentó la militarización de las calles para reprimir las protestas populares, en las que han muerto al menos 138 manifestantes por los balazos de la policía y los soldados.
En medio de una mayor presencia militar y la ley marcial en gran parte de Rangún, el pueblo birmano volvió en varias ciudades del país a salir a las calles para exigir democracia, desafiando balas reales, gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y disparos con munición de goma.