Hoy recibo tu amor Rosa divina
como también tu tallo y sus espinas.
Viernes y por cerrarse mi semana
la vida te doy por entero sana
de la uña a la piel para que tengas
la plenitud y fuerza de mi cuerpo.
También el corazón que está marcado
de golpes late en lentitud sonámbulo
como diciendo al mundo lo que duele.
Hoy te entrego mi piso y las paredes,
la habitación vacía de mi pecho
para que tú Rosa Mía la llenes...
Resonantes maderas de sus labios.
Volcada vuelta en par de sus orejas.
Con la amplitud sonora de su lengua,
con su diente feliz de risa lleno;
la decisión sin par de rechazarme
o el impulso sagrado de besarme
se vieron las acciones que oscilaron
completas desde el más tierno sentir
hasta el bajo y brutal desplazamiento.
Todo de mariposas infectado,
nada total de sanidades lleno.
Una relación de casa vertical
con horizontal detalle de sueños...
Viva contradicción que siempre crece.
Comienza un nuevo ciclo para el tiempo!
El presente es perpetuo Octavio dijo.
Yo lo repito ahora por ser cierto.
Hoy que en San Juan de mi Patria paseo
por la montaña en olas del recuerdo!
Como esa ola convertida en música
sonaron las espumas de los vientos.
Como un rocío en pieles transformado
fueron las suavidades en su acento.
No he sabido después vestir mi pena
con un velo sin alas que traspase
el litoral terrible de la vida.
No supe enamorarme de azucenas!
Separados del lazo iluminado
recorremos el túnel de un poema
que recibe en su hueco caracoles...
Habitamos de espalda al mediodía
sin tocar a los ángeles más rápidos...
Y llenamos de sal nuestra saliva.
Perdimos el poder que conquistamos!
Pero le brotan aguas al desierto
y una espiga se avienta con mi soplo.
Dios guarda mi pie su rumbo y lo dirige
a la certeza plena de su huerto.
Allí en las nuevas tierras viven flores
que yo me gozaré seré su viento..