SORPRENDIDO
llegando a las terminaciones,
atrapado por ti,
dudo y celebro.
Tu sangre,
el cerrado pasaje hacia tu cuerpo,
los jugos de tus besos
que acabaron la sed de mis deseos,
los ojos con que has visto mis años
en este apretado tiempo.
Fuerte y aferrado a tu piel,
marcada en celo,
he cortado dalias
con delicado amor
para ofrecértelo...
Mañana las iré a buscar
en los trabajos del recuerdo.