Hirieron y sonaron
con un cuchillo de silencio.
En la sala
torcieron códigos caídos
la atención por poemas
que sonaron
como nuevos cristales
al romperse en signos.
Hirieron y sonaron
con un cuchillo de silencio.
En la sala
torcieron códigos caídos
la atención por poemas
que sonaron
como nuevos cristales
al romperse en signos.